México avanza con paso firme en la consolidación de la Cuarta Transformación. Tras seis años de cambios profundos, el proyecto encabezado por Morena sigue demostrando que un gobierno puede ser honesto, cercano a la gente y efectivo en la construcción de un país más justo.
En 2024, el pueblo refrendó su confianza en este movimiento, dando continuidad a una visión de gobierno basada en el bienestar social, la austeridad y el combate a la corrupción. Ahora, en 2025, los resultados son tangibles: más programas sociales, más inversión en infraestructura, más seguridad y menos privilegios para las élites del pasado.
Programas como la pensión universal para adultos mayores, las becas para estudiantes y los apoyos a productores del campo han sido reforzados, garantizando que el desarrollo llegue a quienes más lo necesitan. Las grandes obras de la 4T, como el Tren Maya, el Corredor Interoceánico y las nuevas refinerías, están en pleno funcionamiento, generando empleo y soberanía económica.
El combate a la corrupción sigue siendo una prioridad. Atrás quedaron los tiempos en que los recursos públicos eran saqueados por una minoría. El dinero del pueblo ahora regresa al pueblo, sin intermediarios ni moches.
A pesar de los intentos de la oposición por desinformar y frenar el avance de este proyecto, la realidad es clara: la Cuarta Transformación sigue fuerte y el pueblo sigue al mando. El reto de 2025 es seguir consolidando estos logros y evitar que el viejo régimen intente recuperar sus privilegios.
México cambió para siempre, y no hay marcha atrás.
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